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En su más reciente análisis macroeconómico, el Banco Central de Chile destaca una recuperación significativa en la inversión privada, especialmente en rubros como infraestructura, construcción y equipos. Este cambio, que los expertos califican como un punto de inflexión, sugiere que la economía chilena podría dejar atrás un período prolongado de estancamiento.

La Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF)—una métrica clave del gasto en activos productivos—marca una desaceleración de su caída, con indicadores que evidencian una estabilización. Además, el Banco Central proyecta que la inversión podría crecer cerca de un 3,7 % en 2025, ayudada por un menor impacto de la contracción previa.

Expertos agregan que el repunte se sustenta en un entorno más favorable: tasas de interés comienzan a ceder, la inflación tiende a bajar y el ambiente político-económico favorece la ejecución de proyectos productivos.

¿Por qué se considera un “punto de inflexión”?

  • Recuperación de la inversión fija: luego de prolongadas caídas, la inversión comienza a retraerse menos e incluso apunta a crecimiento
  • Cambio de expectativas: analistas revisan al alza sus proyecciones para 2025 y comienzan a anticipar un ciclo moderado, pero sostenido
  • Ambiente macroeconómico más propicio: inflación controlada, tasas referenciales en descenso y marcos regulatorios más estables
  • Impacto multisectorial: el dinamismo no está aislado; se extiende a infraestructura, minería, energía, maquinaria e incluso construcción.
  • ¿Qué significa esto para el país y el mercado inmobiliario?

    • Restauración de la confianza empresarial en la ejecución de proyectos y contratación de largo plazo.

    • Reactivación del mercado constructor, mediante mayor demanda de nuevos desarrollos.

    • Potencial reactivación inmobiliaria, especialmente en departamentos de arriendo o inversión.

    • Generación de empleo y efecto multiplicador en actividades productivas asociadas.

    Fuente: Banco Central